No os preocupéis, sigo vivo.
Aunque ha habido momentos en los que no lo tenía nada claro, ha sido una semana realmente intensa, de literalmente no pasar por la residencia más que para dormir. La O-phase ya acabó el domingo así que espero retomar el ritmo de entradas. La vida erasmus es muy dura.
Tengo que decir que ha sido la una semana increíble. Comenzamos el pasado domingo con la primera reunión erasmus, las primeras cervezas y los primeros amigos. Mención especial al belga que me salvó la vida prestándome su bicicleta, tengo que decir que mi residencia, Insterburg, realmente está perdido en el bosque y lejos para ir andando.
El día siguiente comenzó con el recibimiento oficial por parte de la universidad seguido como no por la Welcome-party. El martes tocó madrugar como un campeón y hacer todos los papeles para inscribirse en la uni y en la ciudad, además de abrir la cuenta en el banco alemán; todo bastante fácil gracias a los tutores que la verdad es que se lo curran. Y por la noche... fiesta!
El miércoles comí por primera vez en la Mensa, que la verdad es que es una pasada, eso sí que es una cafetería universitaria en condiciones. Enorme y con un montón de posibilidades en el menú, todo perfecto salvo la gracia de descubrir que en las máquinas no venden agua sin gas, still, tan sólo con gas, mit Kohlensäure, o con menos gas, mit wenig Kohlensäure. Muy graciosos ellos. Eso sí, la cerveza a 1,50. Por la noche hicimos un tour por diferentes bares acompañado por la fiesta reglamentaria.
La foto que acompaña esta entrada forma parte de la gymnkana que hicimos el jueves, en la cual por cierto quedamos segundos, viva el Unbekannte Gruppe! Y para finalizar el día, fuimos a un karaoke (sí, canté, pero no os asustéis, era en grupo). Allí ha sido donde le he empezado a coger el gusto a la música alemana, aunque sea para niños...
Tim Toupet - Fliegerlied, so ein schöner Tag.
El viernes tuvimos el examen de nivelación para el curso de alemán que hemos empezado hoy, el cual me salió bastante bien (72.93% del A2). El resto del día lo pasamos en Heidelberg, una ciudad preciosa cerca de Karlsruhe con la universidad más antigua de Alemania, 1386. Os pondría fotos pero todavía no las tengo, ya que aquí todo dios tiene cámara reflex. Y por la noche fiesta en otra residencia, Hadiko, brutalmente brutal.
El sábado hicimos una excursión a un rincón de Karlsruhe en medio del bosque, donde hicimos una parrillada, bratwurst und weißwurst como no podía ser de otra forma. Y para acabar el día, quedada erasmus detrás del palacio.
Y finalmente, para cerrar la O-phase, cena intercultural con platos típicos, en donde el bando español contribuyó claro con tortilla y sangría.
Bueno, creo que ya os he aburrido bastante. Me voy a leer y a la cama, hoy no toca fiesta.
¿Raro eh?