lunes, 30 de abril de 2012

Das Ende

Von Karlsruhe bis Ingolstadt. 
Bueno, todo llega a su fin, y el Erasmus no podía ser menos. La semana pasada "presenté" el proyecto. Y digo "presenté" porque la verdad que mis dotes como orador son tirando a nulas. De hecho ha sido lo que ha impedido que tenga mejor nota; pero bueno, no me quejo mucho, que la verdad que se han portado demasiado bien conmigo.

Para los que no lo sepan, presentar un proyecto en el KIT es bastante diferente a hacerlo en la santa UPM. Para empezar ya desde un principio se sabe que es un trámite. Por otro lado, los profesores encargados de evaluarte se leen de verdad el proyecto de antemano y no se limitan a la impresión que se deja en la presentación. A la presentación solo acuden profesores y gente del departamento, y alumnos del mismo interesados en ella y tras los 15 minutos de rigor cualquiera puede preguntar. Eso sí, los nervios, bocasecaman, mirar a la pantalla demasiado y la celebración con los amigos no podían faltar.

Algunos dicen que he tenido un mes de abril entretenido, yo más bien diría estresante. Al final me decanté por la oferta de Ingolstadt como diseñador CAD con Catía (como se dice aquí); aunque la otra ofrecía mejores expectativas futuras para trabajar en el mundo de la aeronáutica, la fecha de inicio ha sido el factor decisivo, y menos mal, porque la cosa ha estado justita: acabar el proyecto, preparar la presentación, buscar piso en Ingolstadt, planear la mudanza... Parecía imposible, pero he sobrevivido. Pero para la próxima vez me lo tomaré con más calma, y con tiempo para unas vacaciones, que ahora tendrán que esperar hasta Navidades.

El tema de alquilar un piso en Alemania es siempre es complicado y requiere tiempo; para no morir en el intento, aquí os dejo una guía elaborada por el foro de expatriados por excelencia: spaniards. Próximamente hablaré de los trámites necesarios para empezar a trabajar... mmm me encanta el olor a burocracia por las mañanas...

Yo era de esos que creía que en el Erasmus no se hacen amigos, que todo es fiesta y poco es de verdad. No podía estar más equivocado; en Karlsruhe he tenido la suerte de encontrar gente increíble que ha hecho mucho más llevadero estar tan lejos de casa y que ahora serán culpables de hacerme volver de visita, y sinceramente espero no acabe cuando a ellos les toque marcharse...

Un abrazo muy fuerte a todos (y también para toda esa gente de España :P), espero que os dejéis ver pronto por aquí; mientras yo seguiré Perdido en Ingolstadt...